Brian llego sobre las
cuatro de la tarde a la casa de su hermano. Había salido a las tres de la tarde
despacho de abogados y decidió hacerle una visita. La casa de tres pisos se
alzaba imponente y solitaria rodeada de campos de trigo, su visión produjo en
Brian una gran nostalgia, se recordó a si mismo jugando entre los trigales con
John mientras sus padres les observaban desde el porche sentados en una
mecedora.
Le abrió la puerta
Sally, terriblemente bella ataviada con un camisón blanco de tirantes y con el
pelo suelto cayéndole sobre los hombros .Le índico que su hermano todavía no
había llegado y le invito a pasar y esperarle tomando un café, Brian acepto.
Durante un rato estuvieron charlando sentados en el viejo sofá desgastado uno
al lado del otro. No podía dejar de fijarse en sus pequeños pechos que se marcaban
a través del camisón, durante bastante tiempo estuvo intentado contener la
tentación de besarla, no lo consiguió. Sally se aparto le rechazo y le dijo que
se fuera de allí. Brian monto en cólera, si lo estas desando tanto como yo,
siempre me has querido a mi gritaba. Ante aquel ataque de furia Sally se
levanto para marcharse pero sintió que la cogía de la muñeca, de pronto una
fuerte bofetada impacto en su cara, su indignación dio paso a un terrible
miedo. Más golpes golpearon su cara y empezó a notar el sabor a sangre en su
boca.
La llevo arrastrando
del pelo hasta la segunda habitación la que un día fuera suya, por el camino
ella gritaba pataleaba pero él no hacía caso. Una vez allí, la arranco el
blanco camisón de un fuerte tirón y vio por fin aquel cuerpo que durante tanto
años había deseado ver y ahora era suyo, como el siempre había predicho que
seria. Ella lloraba, a Brian que lo hiciera le ponía aun más nervios y seguía pegándola,
quería hacerla callar. La tiró sobre la cama boca abajo bajo su pantalón y
empezó a violarla .Ella se resistía pero él era mucho más grande y fuerte que
ella y todo intento era inútil. Cansado de escuchar sus gritos empujo su cara
contra los cojines con mucha fuerza así por fin consiguió dejar de oír sus
quejas.
Cuando sus deseos de
poseerla estuvieron satisfechos ya era tarde para la pobre Sally ya no
respiraba. Brian la puso boca arriba y la miro. Aun con la cara de un azul pálido,
una muesca de dolor en su boca y la sangre que le brotaba de la nariz y la
boca, la encontraba tremendamente bella .Se subió los pantalones, la dio un
beso en los labios y se dispuso a marcharse.
Cuando iba salió por
la puerta se encontró de frente con John, que lo saludó normalmente, el
respondió de la misma manera. Su hermano le dijo que iba a saludar a Sally y
que ahora estaría con él. Fue el momento que Brian aprovecho para escapar de
allí.
Una vez fuera de la casa,
se dirigió rápidamente al coche. Busco furiosamente las llaves de su viejo
Cadillac en los bolsillos no estaban. No podía volver a casa a buscarlas, miró
alrededor y la única alternativa que vio fue correr hacia el bosque ahí quizás
tuviera una oportunidad o quizás John no le persiguiera.
Nada más introducirse
en el bosque, cuando los primeros sauces y robles le cubrían, escucho un grito
salvaje. Supo que iría en su busca y empezó a correr salvajemente.
Cuando recupero el conocimiento sentía un dolor intenso en
la parte izquierda de su cabeza, estaba mojado y sentía la lluvia caer con
fuerza sobre su rostro. Al abrir los ojos vio a su hermano ataviado con su ropa
de caza, le estaba mirando con odio, nunca le había mirado así. Intento
incorporarse pero su cuerpo no respondía, no sabía si debido al disparo en su
pierna o a las escasas fuerzas de las que disponía en esos momentos. John se
acerco a él y saco de su mochila y se la ofreció.
Bebe-. Dijo con tono tranquilo, un tono que a Brian le
asusto de una forma que ningún grito o amenaza lo hubiera hecho.
Estaba sediento, casi termino con la botella en un solo
trago.
¿Por qué John? ¿Por qué estoy vivo todavía? ¿Por no has
acabado conmigo? –Desde que había recuperado la consciencia, estas dudas no
paraba de dar danzar por su mente-. ¿Acaso me perdonas la vida después de lo
que hecho?
No te engañes hermano-. Contesto con el mismo tono
tranquilo, mientras caminaba en pequeños círculos -. Lo que has hecho se merece
la muerte y la tendrás, pero padre me enseño que hasta la más miserable de las
criaturas merecía una muerte digna y por la espalda o mientras estabas
inconsciente no lo hubiese sido. Además deseo mirarte a los ojos mientras lo hago.
En ese momento Brian comprendo que era el final, su vida acabaría
allí mismo en aquel bosque .Pese a todo no había ni una lagrima en sus ojos. Incluso
una media sonrisa se apareció en su rostro al comprenderlo todo, si lo hubiese
hecho antes no habría huido se habría quitado el mismo la vida para que su hermano
no tuviera que hacerlo. Si el moriría, pero merecía la pena morir por un motivo
así. Su objetivo vital desde que la conoció había sido poseerla y lo consiguió,
ya no había nada que el atase a este mundo.
John saco un viejo revolver de uno de los compartimentos de
su amplia chaquete, Brian lo reconoció al instante, era el mismo con el que había
visto matar a su padre a Maní por morder a la gorda de Tía Frida arrancándole dos
dedos de su mano izquierda. Irónico pensó, la vida convirtió a su hermano en la
viva imagen de su padre y a él, a él a un simple Pastor Belga al que van a
sacrificar.
El arma apunto a la cabeza de Brian, la mano de su hermano
temblaba y las lágrimas caían por sus rosadas mejillas. Ambos pensaban lo mismo
cuando llego el momento final, en los ojos verdes de Sally, su Sally.